Una cosa es querer, y otra muy distinta, amar. A juicio del psicólogo clínico Walter Riso: "Queremos cuando sentimos un vacío y una carencia que creemos que el otro debe llenar con su amor". En cambio, "amamos cuando experimentamos abundancia y plenitud en nuestro interior, convirtiéndonos en cómplices del bienestar de nuestra pareja".
La experiencia de Isabel Lerin y Tomás Suc demuestra que el verdadero amor se sustenta bajo tres pilares: en primer lugar, la responsabilidad personal, que consiste en que cada amante se haga cargo de sí mismo psicológicamente. En segundo lugar, la interdependencia. Una vez conquistada la autonomía e independencia emocional, el aprendizaje radica en construir una convivencia constructiva, honesta y respetuosa. Y por último, valorar y disfrutar de la persona con la que compartimos nuestra vida tal como es. La paradoja inherente a nuestros vínculos afectivos es que todos deseamos ser queridos, pero ¿cuántos amamos realmente? Y es que una cosa es querer, y otra muy distinta, amar. A juicio del psicólogo clínico Walter Riso: "Queremos cuando sentimos un vacío y una carencia que creemos que el otro debe llenar con su amor". En cambio, "amamos cuando experimentamos abundancia y plenitud en nuestro interior, convirtiéndonos en cómplices del bienestar de nuestra pareja".
A menos que cada uno de los dos amantes se responsabilice de ser feliz por sí mismo, la relación puede convertirse en un campo de batalla. De hecho, "muchas parejas terminan encerrando su amor en la cárcel de la dependencia emocional, creyendo erróneamente que el otro es la única fuente de su felicidad", apunta Riso. "Es entonces cuando aparecen en escena el apego (creer que sin el otro no se puede vivir), los celos (tener miedo de perder al compañero sentimental), la posesividad (tratar al otro como si nos perteneciera) y el rencor, que nos lleva a sentir rabia e incluso odio hacia nuestra pareja, creyendo que es la causa de nuestro malestar.
Un rap de cuando emitían "No Somos Nadie", basado en unas declaraciones
de Esperanza Aguirre que venían a decir que si eres pobre, pa`qué
querías estudiar (total, ¿pa`qué?).
Oye muchacho, si no quieres estudiar,
Esperanza Aguirre te va ayudar.
¿Pa qué quieres estudiar
el románico,
si tú lo que quieres
es ser mecánico?
Oye, muchacha, si no quieres estudiar,
Esperanza Aguirre te va ayudar.
¿Pa qué quieres estudiar
la biosfera,
si tú lo que quieres es ser peluquera?
Si has nacido en un barrio obrero
a Espe no le hagas gastar dinero.
Si no eres de clase alta
a ti estudiar no te hace falta.
Oye, muchacho, si no quieres estudiar,
Esperanza Aguirre te va ayudar.
¿Pa qué quieres saber
la vida de la abeja, si vas a ser chacha
en La Moraleja?
Para qué quieres
tu poco de cultura si vas a conducir
el camión de la basura?
Cuanto antes los pobres
dejen de estudiar,
menos pasta Espe se tiene que gastar
Si eres inmigrante y vienes en patera,
solo te queda currar en la era.
Ponerte a estudiar es tiempo perdido;
vas a currar a los plásticos del Egido.
Oye, muchacho, si eres gitano
¿a ti qué te importa el Imperio Romano?.
¿Pa qué te interesa lo que pasó en Creta,
pa ir con tu padre en la fregoneta?
Si has nacido en un barrio obrero,
a Espe no le hagas gastar dinero.
Si no eres de la clase alta,
a ti estudiar no te hace falta.
Oye, muchacho, si no quieres estudiar,
Esperanza Aguirre te va ayudar.
¿Para qué quieres estudiar
a los Borbones,
si vas por las calles cogiendo cartones?
Oye, muchacha, si no quieres estudiar,
Esperanza Aguirre te va ayudar.
¿Pa qué te sirve
estudiar a Murillo,
pa vender bragas
en el mercadillo?
¿Para qué quieres
conocer a Larra,
si vas a ir
recogiendo chatarra?
Cuanto antes los pobres
dejen de estudiar,
menos pasta Espe se tiene que gastar.
Si has nacido en un barrio obrero,
a Espe no le hagas gastar dinero.
Si no eres de clase alta,
a ti estudiar no te hace falta.
"Quien es educado en la convicción de que tiene derecho a todo siempre encuentra motivos para la queja"
"Si vives convencido de que tienes todos los derechos, crees que la única razón de tu insatisfacción es que alguien no te los ha dado. Y de ese modo pierdes la oportunidad de tener responsabilidades. Y, por ello, eres desgraciado, porque pierdes el control sobre tu propia existencia."
"La causa de una relación mala no está en el otro, sino en tu propia actitud. (...) Todo conflicto de relación es una oportunidad para estudiarte y corregirte. Antes de quejarse de los demás, estúdiese y verá que el problema está en usted."
Hay jóvenes que han llegado al bachillerato sin sentir ningún tipo de emoción hacia el conocimiento, sencillamente porque hemos sacado la emoción de las aulas
¿No le pedimos demasiado a las aulas? Cuando estoy enseñando matemáticas, con mi manera de hacer estoy transmitiendo unos valores implícitos. Cuando tomo conciencia de ellos y los hago explícitos toman un valor mayor: el del sentido.